Rehabilitación energética de edificios

El Plan de rehabilitación de vivienda y regeneración urbana del gobierno tiene asignados 6820 millones de € de los fondos europeos de recuperación Next Generation y son las comunidades autónomas, por medio de convocatorias públicas, quienes gestionan este dinero. Para solicitar estas ayudas se debe acreditar que las actuaciones de rehabilitación van a reducir al menos el 30% del consumo de energía primaria no renovable, o que va a haber una bajada de la demanda de energía global de calefacción y refrigeración de un 35% en zonas climáticas D y E o 25% en zona C.

Las actuaciones a llevar a cabo se basan en cuatro puntos fundamentales de mejora:

  • Mejora de la eficiencia energética de la envolvente térmica: Se actuará sobre los cerramientos, fachadas y tejados, es decir, sobre los espacios que separan el interior del exterior y su aislamiento. Un buen aislamiento puede lograr ahorros de hasta el 50% del consumo de energía.
  • Mejora de la estanqueidad de aire: Evitando la pérdida de energía a través de fugas por ventanas, rendijas y conductos, sellando huecos entre paredes, ventanas y puertas, tapando agujeros en paredes y cambiando el acristalamiento de las ventanas.
  • Mejora de la ventilación mediante la instalación de recuperadores de calor y sistemas de ventilación natural eficientes.
  • Mejora de la eficiencia energética de las instalaciones de iluminación: Maximizando la luz natural, instalando sistemas de alumbrado inteligente y bombillas LED y sustituyendo ascensores y electrodomésticos antiguos por modelos más eficientes.

Para saber qué es lo que necesita tu edificio debe solicitarse una auditoría energética del mismo para saber la situación y el uso de la energía del edificio y su coste. La empresa de servicios energéticos se encargará de monitorizar los consumos, la curva de carga del edificio y asignar una certificación energética al edificio, indicando las actuaciones a llevar a cabo.

Algunos de los cambios más comunes que se suelen llevar a cabo en la rehabilitación energética de los edificios pueden ser la incorporación de materiales aislantes en las fachadas, instalación de nuevas ventanas y protecciones solares, actualización de las instalaciones existentes, e incluso implantar sistemas de autoconsumo fotovoltaico o sistemas térmicos de energías limpias (biomasa, geotermia, aerotermia…)

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