La proximidad de la COP28 desata urgencia global

Queda menos de un mes para la próxima conferencia sobre cambio climático de la ONU, la COP28, y los participantes apuran los días para fijar prioridades. Los países de América Latina y el Caribe han logrado ponerse de acuerdo en 2 objetivos comunes  mejorar la financiación para hacer frente al cambio climático y asegurar que la transición energética no se haga a costa de la biodiversidad, los derechos humanos y las comunidades indígenas.

Esta agenda común ha sido respaldada por los ministros de medioambiente de la región y representantes de los pueblos indígenas. Sin embargo, estos no han sido capaces de fijar una postura única sobre la eliminación de los combustibles fósiles. Parece que este volverá a ser uno de los temas más espinosos de la COP.

La última reunión preparatoria para la cumbre, en la que participan delegaciones de todo el mundo y que establece las pautas de la futura negociación, tampoco ha logrado un acuerdo en este apartado. Sigue existiendo mucha división sobre cómo reducir las emisiones y el papel del carbón, el petróleo y el gas.

Lograr una declaración rotunda en este sentido será complicado. La cumbre, que se celebrará en Dubái, estará presidida por el ministro de Energía de Emiratos Árabes Unidos y director de la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dabi (ADNOC).

El gran éxito de la COP27, el mecanismo de compensación por daños y pérdidas del cambio climático, sigue sin concretarse un año después. Los países no se ponen de acuerdo sobre quién tiene que aportar fondos, quién puede recibir las ayudas y cómo repartir el dinero.

El papa Francisco anunció que asistirá a la cumbre sobre el clima (COP28) de Dubái, semanas después de advertir que se está agotando el tiempo para actuar contra el calentamiento global. Esta será la primera vez que un jefe de la Iglesia católica participe en persona en una cumbre de la COP, un evento que se realiza anualmente desde 1995.

Desde su elección, en 2013, el papa ha hecho de la defensa del medioambiente un tema central de su pontificado.

En 2015, dedicó a esa cuestión su encíclica «Laudato si» (Alabado seas), un manifiesto de 200 páginas a favor de una «ecología integral». El mes pasado, publicó un balance del camino recorrido desde entonces, titulado «Laudate Deum» (Alabado sea Dios), en el que urge a los dirigentes del planeta a firmar acuerdos «vinculantes» ante la urgencia climática y advierte que algunos daños son «irreversibles»

En «Laudate Deum», afirmó: «con el paso del tiempo advierto que no tenemos reacciones suficientes mientras el mundo que nos acoge se va desmoronando y quizás acercándose a un punto de quiebre».

También apuntó que la COP28 podría representar «un giro» si en ella se alcanzara un acuerdo vinculante sobre la transición de las energías fósiles a otras menos contaminantes como la eólica y la solar.

Si no se logra ese compromiso, habrá «una gran decepción», valoró Francisco.

 

Fuente: DAM (Distribución Activa Multisectorial)

Comparte este artículo